viernes, 8 de octubre de 2010

Chloe

Aquella chica era realmente muy extraña. Mientras la observaba, fascinada, me preguntaba a mí misma qué era lo que me había impulsado a ir a buscarla. Nunca había hecho nada semejante.

Mi mirada vagó hacia la ventana, donde me fijé en los dos chicos perfectos, que caminaban hacia la derecha.

- Sí, son ellos- se limitó a decir- Y vienen para aquí.

- ¿Cómo lo sabes?- pregunté, confusa, a la vez que me levantaba.

Sobrevino un silencio, en el que sus ojos de hielo se clavaron en mí como si intentara atravesarme con ellos.

Tragué saliva, empezando a estar incómoda otra vez.

- Porque por ahí se viene a esta sala, niña.

- Tengo nombre- protesté.

- Pero yo no lo sé- sonrió, parecía estar vacilándome.

- Chloe.

Me miró otra vez, volvió a sonreír y dijo, sencillamente:

- Daphne.

Justo en ese momento, antes de que pudiera decir nada, se abrió la puerta de la sala. Las dos giramos la cabeza automáticamente en esa dirección, y vimos como entraban los dos chicos.

Volví a tragar saliva.

"Tranquilízate, Chloe" me ordené.

Cualquier chica se pondría así al verlos, pero Daphne ni se inmutó.

- Vaya- dijo con voz neutra el chico de pelo castaño- parece que no somos los primeros en llegar.

- ¿Y cómo has llegado a esa brillante conclusión?- se mofó Daphne, poniendo las manos en las caderas.

El chico se limitó a sonreír, como si supiese algo que nosotras no sabíamos, y su compañero se adelantó.

- Nos iremos entonces- sentenció.

Yo seguía petrificada en el sitio, consciente de tener la expresión más ridícula que se puede tener. Se estaban dando la vuelta cuando Daphne volvió a hablar:

- Vosotros sois los nuevos, ¿me equivoco?

Se giraron lentamente.

- Exacto- murmuró el de pelo negro- ¿Y tu eres...?

- Daphne.

Clavó su mirada en ella.

- Yasher, encantado.

- ¿Qué clase de nombre es ese?- la chica sonrió.

- El mío- su voz era desafiante. Luego pareció tranquilizarse- Este es mi hermano Arniel.

"Otro nombre extraño" pensé yo.

- Y esta- me señaló la chica- es mi... esta es Chloe.

"Claro, no iba a decir que yo era su amiga" pensé.

Me limité a asentir secamente con la cabeza y a fruncir los labios, poniéndome colorada.

- Encantado- dijo Arniel en ese momento, y me sonrió.

Bajé la mirada rápidamente. Era tan guapo que me daba vergüenza hasta mirarle.

- ¿De donde sois?- preguntaba Daphne en ese momento.

Los chicos compartieron una mirada cómplice.

- De muy lejos- sonrió Arniel.

- Vale, siguiente pregunta- dijo bruscamente la chica- ¿Cómo es que habéis entrado en el equipo de atletismo tan fácilmente?

Miró directamente a los ojos a Yasher, probablemente intentando demostrar que no le tenía miedo a nada. A mí me hubiese amedrentado, pero no era ése el caso del chico.

- Somos buenos- sonrió.

- Muy buenos- añadió su hermano.

Tragué saliva por enésima vez.

1 comentario:

  1. ¡Uhhh! Me mola, chicas. ¡Se pone interesanteee! *O* Me caen bien las chicas, jeje.
    ¡Enhorabuena por la novela! =)

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